En general, el montaje de la película es magnífico. Su ritmo acelerado, sobre todo en algunos momentos de la acción, destaca imperante sin dar tiempo al espectador de reaccionar, junto a un bombardeo continuo de frases muy elocuentes y diálogos descabellados entre personajes nada convencionales. También existe una recreación de las escenas, muchas veces recurriendo a la cámara lenta, que las impregna de dramatismo y potencia la imagen.
Una de las características más notables del cine de Guy Ritchie es cómo elabora visualmente las elipsis con cuatro o cinco planos, o la más conocida “memoria visual” en la que los personajes visualizan algún momento de sus vidas en pocos planos. Así, podemos recordar momentos memorables como el flashback en el que nos cuentan el problema de “Benicio del Toro” con el juego. O, como no, el cómico viaje de Dennis Farina (Avi): trago de “tequila”, taxi, avión, facturación…
En general, se recurre a un tipo de montaje analítico en el que destacan los planos cortos y de corta duración.
Llena de sorpresas, la película se eleva a medida que avanza la trama, terminando con un desenlace colosal que perdurará en la memoria del cine. Otra de las estrategias, ya citadas anteriormente, es el buen uso del humor en algunos momentos puntuales. Esta técnica narrativa enriquece considerablemente la trama y a los personajes, haciéndoles más atractivos.
Uno de los momentos más importantes de la película y que mejor describe lo citado anteriormente, es la secuencia final: el combate de Mickey.

La potencia visual que transmite el film se realza mediante le banda sonora, también muy efectista, que ayuda a crear la atmósfera delirante y cómica de la película. Una vez que el personaje de Brad Pit se sienta en la esquina del ring con la cara sangrante, la música disminuye convirtiéndose en un colchón de fondo en el que destaca la perspectiva auditiva del propio personaje.
Cuando se levanta y es golpeado, la música aumenta convirtiéndose en el centro de atención acompañando a la acción. La música se detiene, y mediante un ritmo atropellado de imágenes, observamos como Mickey es golpeado deliberadamente hasta caer al suelo en cámara lenta.
En ese momento, Guy Ritchie nos regala una de sus escenas más poéticas. Cae en un pozo profundo desde el que puede observar todo lo que sucede allá arriba en el ring, cómo lo golpean una y otra vez. Hay un momento de tensión e incertidumbre y, nuevamente, Mickey resurge golpeando con fuerza. También el congelado de algunas escenas ayuda a potenciar ese lado de comicidad que tanto le gusta al director.
El desenlace concluye con una secuencia elaborada, la cual nos desvela la estrategia de Mickey para acabar con la mafia y salir ganando.
Decoupage de: Mickey vs Gorgeous George - Snatch First Fight Scene

1b) Mickey es golpeado. Vuelve la cara a cámara.
2) Plano busto de George mirando a Mickey en el suelo
3) Primer plano de Mickey en el suelo.
4) Primer plano. George mira a Mickey deseando que no se levante para no tener que seguir pegándole.
5) Plano medio. Mickey insulta a George, este se enfada y lo lanza.

5b) Mickey choca contra la verga y cae al suelo.
6)Pano conjunto de ambos personajes, uno de pie y el otro tumbado. George pide a gritos a Mickey que no se levante.
7) Plano medio de Mickey en primer término. De fondo se ve a George.
8) George lanza de nuevo a Mickey en otro plano conjunto.
9) Plano conjunto de Mickey “calentando” (con toda su chulería, aprovechando que está en el suelo…)
10) Plano general cerrado. Los amigos de Mickey ayudan a levantarlo para que continúe el combate.

11) Plano medio de Mickey. Se reincorpora al combate.
12) Plano medio corto de George furioso.
12b) Plano busto de Mickey. De espaldas a su contrincante se quita la camiseta.
13) Plano medio de Mickey dándose la vuelta y besando el crucifijo (ahora se lo va a tomar en serio).
13b) De un solo golpe, Mickey derrumba a George.
14) Tras un fundido a negro, George yace en el suelo inconsciente. Plano cenital.
La secuencia ha sido escogida por varias cuestiones. En primer lugar define muy bien el cine de Ritchie. Es la primera pelea del film, pero, por el ritmo narrativo llevado a cabo hasta el momento, no podemos esperar otra cosa que no demuestre una esforzada labor de montaje en la secuencia.
Representa una forma de rodar francamente interesante, acelera el ritmo de la narración en momentos muy puntuales de la historia, sobre todo a la hora de marcar giros inesperados que sorprendan al espectador. Además, en esta parte del film descubrimos realmente quien es el personaje de Mickey. Al principio se nos presenta como un perdedor, un pobre gitano (que siniquiera sabe hablar) incapaz de hacer algo en condiciones. Sin embargo, llega el momento de la pelea y, tras recibir unos cuantos golpes de su adversario, besa el crucifijo que cuelga de su pecho y responde con un solo y certero golpe, tumbando a su enemigo. Es en ese momento cuando se revela ante el espectador la extraordinaria fuerza del personaje. En verdad, es una de las secuencas clave más importantes para entender el cine de Ritchie, así como la propia narración de la película.
El estilo visual propio del director, acompañado de imágenes muy poéticas y repletas de significado, conforman, junto a la potencia musical y efectos sonoros, la personalidad propia del film. Se trata, sin duda, de la mayor joya de Ritchie.